Los meses de sol y calor están cada vez más cerca, protege tu piel de sus efectos con una crema con protección solar antiarrugas para disfrutar de varios beneficios en un solo producto.
¿Sabías que en los meses previos al verano debes extremar las precauciones frente al sol? En julio, agosto y septiembre se da por hecho que el protector solar pasa a formar parte de tu neceser allá donde vayas, pero no debes olvidar que durante la primavera el sol comienza a brillar con fuerza y a ti te apetece pasar más tiempo expuesta a sus rayos.
EL SOL Y EL ENVEJECIMIENTO
Está comprobado que el sol acelera el proceso de envejecimiento de la piel: aparecen líneas de expresión, las arrugas se vuelven más profundas y es mucho más probable que te salgan manchas si te expones a él con frecuencia y sin protección solar.
La razón es que la acción del sol afecta a la producción de melanina, colágeno y elastina (se reduce), por lo que tu piel pierde firmeza y elasticidad además de contribuir a su deshidratación.
Para combatir el daño y conservar tu piel bonita mucho tiempo, empieza conociendo tu piel a fondo con el test Mi Piel Lo Vale (encuéntralo aquí) y céntrate después en combatir los daños del sol.
PRECAUCIONES CONTRA EL DAÑO SOLAR
Para conseguir frenar los efectos de la exposición solar cotidiana, te revelamos algunos trucos con los que proteger tu piel y mantenerla siempre con un aspecto saludable.
- Aplica una crema con protector solar antes de salir de casa; con la Crema de Día Revitalift SPF30 consigues protegerla del daño solar a la vez que te beneficias de sus acciones anti-edad: tonifica, hidrata y reduce las arrugas de tu rostro.
- Extiende la aplicación de tu cuidado con protección solar sobre el cuello ya que es una zona delicada que suele estar también expuesta a los rayos del sol.
- Las gafas de sol, además de darle el toque final a tu look de día, bloquean la intensidad de la luz por lo que evitan que frunzas el ceño de forma continuada. Mantén alejadas las temidas patas de gallo o las arrugas del ceño el máximo tiempo posible.
- Hazte también con un sombrero (o un pañuelo) y colócalo sobre tu cabeza sobre todo durante las horas en las que el sol pega más fuerte. De esta forma no solo protegerás tu rostro, sino también tu pelo y tu cuero cabelludo.
- Por último, bebe mucha agua para evitar la deshidratación y cuando llegues a casa, hidrata también tu piel con una crema hidratante que la refresque y repare.
Protégete contra los efectos dañinos de los rayos solares cotidianos y conserva la frescura en tu piel.